— Denis Diderot John Bellamy Foster Desde este punto de vista, la relación del trabajo y el capitalismo con el metabolismo de la tierra está en el centro de la crítica del orden existente. "El trabajo", escribió Marx, "es, ante todo, un proceso entre el hombre y la naturaleza, un proceso por el cual el hombre, a través de sus proceso por el cual el hombre, a través de sus propias acciones, media, regula y controla el metabolismo entre él mismo y la naturaleza. Se enfrenta a los materiales de la naturaleza como una fuerza de la naturaleza".6 Sin embargo, con el advenimiento de la "producción capitalista", se produce una perturbación y un desplazamiento sistemáticos en "la interacción metabólica entre el hombre y la tierra", creando una fractura metabólica, o crisis ecológica, que rompe las relaciones naturales esenciales y no sólo "roba al trabajador, sino que... roba al suelo". En la actualidad, esta fractura metabólica entre la sociedad y la naturaleza ha alcanzado el nivel del Sistema Tierra, creando lo que los científicos han denominado una "fractura antropogénica" en los ciclos biogeoquímicos de todo el planeta, dando lugar a lo que Federico Engels denominó metafóricamente la "venganza" de la naturaleza. En la perspectiva histórico-materialista clásica, esta contradicción sólo puede resolverse reconciliando humanidad y naturaleza. Tal reconciliación requiere superar no sólo la alienación de la naturaleza, sino la autoalienación de la propia humanidad, que se manifiesta más plenamente en la sociedad actual, destructiva y mercantilizada. Lo que es necesario en tal análisis es el reconocimiento desde el principio de la naturaleza "corpórea" de la propia existencia humana, que está ligada a la producción. De aquí que, si es necesaria una "nueva historia universal de lo humano" en nuestro tiempo, es aquí, dentro de la tradición histórico-materialista, donde se encuentra el necesario método materialista, dialéctico y ecológico. De aquí que, para Marx, "los individuos universalmente desarrollados, cuyas relaciones sociales, en tanto que relaciones de comunalidad propias, están por ello también subordinadas a su propio control comunal, no son producto de la naturaleza, sino de la historia".9 Sin embargo, la historia humana nunca está desligada del "metabolismo universal de la naturaleza", del que el metabolismo social basado en el proceso de trabajo y producción es una parte emergente. Pulsa aquí o en la foto para bajar el ensayo completo en archivo pdf.
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