El Nexo Energía-Extractivas y la
Transición Justa
Nicholas Bainton, Deanna Kemp, Eleonore Lèbre, John R. Owen, Greg Marsto
El concepto de "transición justa" hacia una economía con bajas emisiones de carbono está firmemente arraigado en los principales discursos mundiales sobre la mitigación del cambio climático. Basándonos en la economía política de Karl Polanyi elaborada en La Gran Transformación, interrogamos la idea de una transición justa y la situamos en su contexto histórico. Abordamos una importante contradicción en el centro de los debates sobre la transición energética mundial: el rápido cambio a sistemas energéticos con bajas emisiones de carbono requerirá un aumento de la extracción de minerales y metales. Al hacerlo, argumentamos que las industrias extractivas son intensivas en energía y carbono, y que ampliarán e intensificarán la injusticia social y ecológica. Nuestras conclusiones revelan la importancia de comprender cómo se utiliza la idea de una transición justa, y por quién, y el tipo de justicia que sustenta este concepto. Demostramos la necesidad de fundamentar las políticas y programas de transición justa en una noción de justicia como equidad. Yo puedo disfrutar de las ventajas del aire acondicionado y de los viajes en avión y de todas las demás comodidades costosas para el medio ambiente que no tendrán las principales víctimas del cambio climático. Y lo mismo ocurre con el caso superpuesto de la justicia económica global. "El Beneficiario" (Robbins, 20171) Introducción La obra clásica de Karl Polanyi La Gran Transformación proporciona una plantilla para entender los principales puntos de cambio de época. La proliferación de propuestas para la transición a una economía baja en carbono implica, en mayor o menor medida, una gran transformación paradigmática en el sentido polanyiano (por ejemplo, Kanger y Schot, 20192). Este pensamiento está empezando a establecerse en torno al concepto de "transición justa", que originalmente hacía hincapié en los intereses laborales y medioambientales y que ahora se concibe ampliamente como un enfoque para equilibrar las consideraciones socioeconómicas y ecológicas en respuesta al cambio climático. Por lo que podríamos decir que nuestra actual crisis ecológica está sujeta a lo que Polanyi llamó un "doble movimiento": donde los pasos dados hacia la resolución parcial o completa de una crisis son continuamente contrarrestados por las fuerzas que crearon la crisis en primer lugar. El concepto de transición justa forma parte de los múltiples movimientos de la dinámica del capitalismo industrial. Pero, como observamos, hay versiones tanto modestas como radicales del concepto de transición justa y existe un consenso limitado sobre lo que debería o podría suponer un proceso de transición y sobre quién debería ser responsable de este cambio. En este artículo, abordamos una importante contradicción en el centro del discurso y el debate sobre la transición energética: la construcción de sistemas energéticos con bajas emisiones de carbono para alimentar una economía con bajas emisiones de carbono requerirá grandes cantidades de minerales y metales. Satisfacer esta futura demanda implicará más energía y formas de extracción de recursos intensivas en carbono, lo que probablemente ampliará e intensificará las geografías de la injusticia. El significado de una transición justa se explora en el contexto de la expansión del capitalismo extractivo: nos preguntamos qué es lo "justo" de la transición teniendo en cuenta los costes actuales y futuros de cumplir con los objetivos de emisiones globales. A medida que el discurso de la transición justa va ganando popularidad y va dando forma a las políticas climáticas y energéticas, será importante rastrear tanto su historia como su desarrollo futuro. Entender cómo se utiliza la idea, y quién la utiliza, es muy importante a la hora de cuestionar quién soporta la carga y comparte los beneficios de una transición energética global.
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