Advertencia de los científicos del mundo: La crisis de comportamiento que conduce al sobregiro ecológico

Joseph J. Merz, Phoebe Barnard, William E. Rees, Dane Smith, Mat Maroni, Christopher J. Rhodes, Julia H. Dederer, Nandita Bajaj, Michael K. Joy, Thomas Wiedmann and Rory Sutherland

Anteriormente, el sobregiro ecológico antropogénico se ha identificado como una causa fundamental de los innumerables síntomas que observamos hoy en todo el planeta, desde la pérdida de biodiversidad y la acidificación de los océanos hasta el inquietante aumento de nuevas entidades y el cambio climático. En el presente artículo hemos profundizado sobre esta cuestión y explorado los factores que impulsan el sobregiro, aportando pruebas de que el sobregiro es en sí mismo un síntoma de una crisis moderna del comportamiento humano más profunda y subversiva. Trabajamos para denominar y enmarcar esta crisis como "la crisis del comportamiento humano" y proponemos que se reconozca globalmente como un punto crítico deintervención para abordar el sobregiro ecológico. Demostramos que las acciones actuales son en gran medida físicas, consumen muchos recursos, avanzan lentamente y se centran en abordar los síntomas del sobregiro ecológico (como el cambio climático) en lugar de la causa subyacente (los comportamientos inadaptados). Sostenemos que, incluso en el mejor de los casos, es improbable que las acciones sintomáticas eviten la catástrofe o logren algo más que avances efímeros. Analizamos en profundidad tres motores de la crisis de comportamiento: el crecimiento económico, la mercadotecnia y el pronatalismo. Estos tres motores inciden directamente en las tres "palancas" del sobregiro: el consumo, el despilfarro y la población. Demostramos cómo los comportamientos inadaptados del sobregiro derivados de estos tres motores han sido catalizados y perpetuados por la explotación intencionada de impulsos humanos previamente adaptativos. En las secciones finales de este documento, proponemos una respuesta interdisciplinaria de emergencia a la crisis de comportamiento mediante, entre otras cosas, el cambio de las normas sociales relativas a la reproducción, el consumo y los residuos. Pretendemos poner de relieve la desconexión crítica que supone el actual abismo social en la comunicación entre los que saben, como los científicos que trabajan dentro de los límites del crecimiento, y los miembros de la ciudadanía, influidos en gran medida por los científicos sociales y la industria, que deben actuar.

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