Acabar con el Capitalismo Ecocida o Exterminar la Vida en el Planeta Tierra: Una Contribución Sudafricana a la Estrategia Ecosocialista
 

Vishwas Satga

El capitalismo del carbono globalizado es como una serpiente que se come su propia cola, auto infligiéndose heridas. Esto no es nuevo en la historia del capitalismo. Entre 1870 y 1914, el capitalismo también estuvo plagado de una crisis general, que contribuyó al conflicto imperial y a la Primera Guerra Mundial (que se cobró la vida de diez millones de personas). Rosa Luxemburgo escribió su clásico La Acumulación de Capital, publicado un año antes de la guerra, en este contexto. Ella observó:

"Cuanto más despiadadamente emprende el capital la destrucción de los estratos no capitalistas en el interior y en el exterior, cuanto más rebaja el nivel de vida del conjunto de los trabajadores, mayor es también el cambio en la historia cotidiana del capital. Se convierte en una cadena de catástrofes y convulsiones políticas y sociales, y en estas condiciones, puntuadas por catástrofes y crisis económicas periódicas, la acumulación no puede continuar por más tiempo. Pero incluso antes de que se llegue propiamente aeste impasse económico natural de creación propia delcapital, se convierte en una necesidad para la clase obrera internacional rebelarse contra el capital."

Desde una perspectiva ecológica marxista, las catástrofes a las que se refiere Luxemburgo aquí, resultantes de la destrucción de las economías naturales y de los estratos no capitalistas, pueden verse como referidas no sólo a la convulsión económica provocada por el capital, sino también a su lógica ecocida. Esto se asocia con los enclaves en los centros y periferias, la destrucción a gran escala de la vida humana y no humana, y la expropiación que resulta en ecocidio. La guerra no es más que una forma y un momento de extensión de esta lógica de profunda crisis sistémica. En tales coyunturas, las políticas estratégicas de la clase obrera y contra la opresión deben pasar a primer plano para aprovechar esta crisis contra el capitalismo. Sin embargo, este tipo de política estratégica consciente no siempre se da o es inevitable; a veces, la crisis del capitalismo es también la crisis de las fuerzas sociales históricas destinadas a resistirlo.

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