UNA APROXIMACIÓN COMPARATIVA A LA BRECHA DE SALARIOS DIGNOS CHINA
Álvaro de Regil Castilla
Algunos estudios recientes argumentan que, debido a las tendencias demográficas, la economía China está por llegar a un umbral donde su reserva de fuerza laboral excedente comenzaría a declinar, lo que incrementaría los salarios reales. Los casos de huelgas y otras formas de presión que han resultado en aumentos salariales dramáticos están aparentemente acumulándose. Empero, esto es todavía muy prematuro y se basa estrictamente en la tradicional lógica de mercado. Al contrario, si a China eventualmente se le acaban los trabajadores, la lógica del mercado –darwinista como es– haría que las TNLs partieran de China hacia mejores santuarios de explotación laboral, donde las oligarquías político-empresariales estarían encantadas de dejar a las corporaciones explotar a sus ciudadanos a cambio de una participación en las ganancias. Esta lógica darwinista impone una tremenda presión descendente sobre la calidad de vida de muchas sociedades en el mundo en desarrollo, pues los gobiernos han apostado a su propio sostenimiento en el poder en las consuetudinarias relaciones centro-periferia. El resultado es una situación por demás atroz para la vasta mayoría de la población de estas sociedades. La globalización neoliberal ha globalizado a los mercados de consumo, los precios y el acceso a las fuentes de mano de obra, pero los salarios, deliberadamente, no han sido globalizados. En este sentido, el nivel extremadamente bajo de los salarios chinos es un elemento estratégico utilizado por las corporaciones para mantener fuerte presión en los salarios manufactureros de otras economías que compiten con China. Este es el entorno de economía política que explica las participaciones laborales de los trabajadores chinos.
Dada la importancia de China como actor global de gran envergadura, el proyecto LISDINYS ha estado en busca, desde hace años, de datos confiables que puedan permitir valorar el estado de los salarios reales chinos y su brecha con un salario digno. LISDINYS normalmente utiliza como principal fuente para su labor analítica los reportes anuales publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS por sus siglas en inglés) del Departamento del Trabajo estadounidense. Lett y Bannister –las autoras de los informes sobre China de la BLS– argumentan que aunque los datos chinos no son tan confiables como los de las economías más desarrolladas, la evidencia acumulada a la fecha, incluyendo el primer Censo Económico Nacional de China..., respalda la validez general de los cálculos anuales de la BLS sobre las compensaciones laborales y el empleo manufacturero en China. De esta forma, LISDINYS ahora juzga apropiado preparar su primer informe comparativo de los costos de compensación por hora en el sector manufacturero chino respecto a los de países seleccionados. Desde el ángulo del concepto LISDINYS de salario digno, este estudio valora la dimensión de la brecha entre el salario real y el salario digno. Subsecuentemente, se llevan a cabo dos proyecciones hacia el futuro de los salarios del sector manufacturero chino. La primera proyección se basa en el crecimiento experimentado durante el periodo de cinco años de este estudio (2002-2006). Esto nos permitirá prospectar cuánto tiempo llevará cerrar la brecha de salario digno –conforme al crecimiento promedio del salario nominal de 9,2%– bajo ciertos supuestos. La segunda proyección explora el rango requerido de crecimiento promedio – de los salario chinos en el sector manufacturero– para cerrar la brecha salarial en treinta años –la norma LISDINYS para cerrar brechas salariales amplias– bajo ciertos supuestos.
Partiendo del concepto de salario digno LISDINYS, las dos proyecciones en esta valoración exponen, comparativamente, la dramática brecha que existe actualmente entre la media de salarios reales pagados a todos los empleados manufactureros en China y los salarios nominales que constituirían un salario digno en términos reales. Esta brecha es dramáticamente más amplia que aquellas que prevalecen en las dos mayores economías del Este de Asia, de Japón y Sudcorea, y también claramente más amplias que aquellas en algunos de los llamados mercados emergentes en otras regiones, como Brasil y México. Además, la probabilidad de que la futura economía política china integre un plan de largo plazo razonable (30 años) –para lograr que las participaciones laborales adquieran la condición de salarios dignos– no es realista en la actualidad. A pesar de que en los últimos años los salarios reales chinos se han revaluado, el papel de China como el principal proveedor de mano de obra barata –bajo condiciones de moderno-trabajo-esclavo en la división internacional de trabajo del sistema capitalista global– no muestra signo alguno relevante de disminuir. Sus políticas de desarrollo siguen ancladas en la tradicional oferta centro-periferia de ventajas comparativas, por lo que el peso de la enorme reserva de trabajadores de China continuará ejerciendo una fuerte presión descendente sobre los salarios de otras economías en desarrollo que dependen de relaciones centro-periferia.
Breviario preparado en Junio de 2010. Pulsa aquí o en la foto para bajar el ensayo completo en archivo pdf. |